La industria aérea nacional presenta un 32% de capacidad instalada ociosa, lo cual deja un nicho de mercado para el regreso de Mexicana de Aviación, sin entrar en conflicto con las aerolíneas existentes, aseguró la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA). 

En un estudio, expone que al aumentar la oferta aérea con el reinicio de operaciones de Mexicana, se reducirían las tarifas aéreas y habría una mejora en el servicio al público usuario. 

"El retorno de la primera línea aérea de Latinoamérica serviría para detonar el crecimiento de la industria, orientándola principalmente hacia el mercado internacional y en particular para los mercados étnicos", afirmó el secretario de prensa de ASPA, Antonio Vargas.

El estudio basado en las últimas cifras de reportes estadísticos mensuales de la IATA y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), revela que en la actualidad, las aerolíneas mexicanas realizan 35% menos operaciones internacionales que al inicio del anterior sexenio. 

También se encuentran 38% debajo de lo operado en 2008, momento de mayor expansión de la industria nacional, mientras que el número de operaciones de las aerolíneas extranjeras en el país aumentó 13.4% respecto al 2006, e incluso a partir del año 2009, periodo de crisis mundial.

El documento refiere que estas cifras muestran un crecimiento acelerado del 28%, lo que demuestra que existía potencial de crecimiento que no fue aprovechado por las líneas nacionales debido a problemas internos, pero que si fue aprovechado por las extranjeras, que de este modo cubrieron los huecos que dejaron las empresas mexicanas 

De igual manera, las aerolíneas extranjeras lograron incrementar durante el sexenio un 29.5% el número de pasajeros transportados, mientras que las nacionales perdieron participación transportando 18% menos comparado con 2008.

Así, refiere el estudio de ASPA, la participación de las aerolíneas extranjeras en el transporte internacional desde México ha llegado a niveles récord, pasando del 72% en 2006 a dominar actualmente el 80% del mercado.

Fuente: El Economista