Es importante no descuidar su redacción, ya que es un elemento que dará fuerza y valor agregado a tu currículum.
Por dónde empezar...
Para definir tu objetivo profesional identifica a qué te quieres dedicar, por ejemplo, si estudiaste diseño, ¿en qué área del diseño te vas a desempeñar?, esto dependerá de tus intereses, habilidades y capacidades. Establece cuáles con tus propósitos a corto, mediano y largo plazo. Recuerda que, para llegar al empleo que siempre has deseado, deberás empezar poco a poco.
Al redactar tu objetivo profesional, toma en cuenta lo siguiente:
Ejemplo 1:
"Aplicar mis conocimientos adquiridos en la universidad para contribuir al logro de los objetivos de la empresa..."
En esta oración, el objetivo es muy genérico y sólo se enfoca en la persona que solicita el empleo. Además, es un objetivo que la mayoría de las empresas excluye por ser trillado y no aportar mucha información.
Si la vacante es de un diseñador gráfico y la empresa solicita:
Tu objetivo podría ser:
Ejemplo 2:
"Diseñador gráfico titulado con especialidad en publicidad, enfocado en el desarrollo de marca, identidad corporativa y branding. Capacidad creativa y acostumbrado a cumplir tareas urgentes, pero conservando la calidad. Conocimientos avanzados en Ilustrator y Photoshop".
En este segundo ejemplo, estarías compartiendo más información como tu profesión, que estás titulado, tus competencias profesionales y tus habilidades (autónomo y trabajo bajo presión).
Debes evitar:
Contar con un objetivo profesional te ayudará a orientar tu búsqueda de empleo. La intención es que el reclutador vea en ti, lo que no ve en los demás.
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